La iglesia de San Francisco de Asís de Barbastro acogió este pasado fin de semana el solemne Triduo en honor a Nuestra Señora de la Soledad, organizado por nuestra cofradía. A lo largo de estas tres jornadas de fe y comunidad, numerosos fieles y cofrades se congregaron para participar en actos cargados de devoción, recuerdo y fraternidad.
El primer día, viernes 21, dio comienzo con el rezo del Vía Crucis, seguido de la celebración de la Eucaristía. La misa estuvo oficiada por D. Juan José Herrera, sacerdote de la Unidad Pastoral de Barbastro.
El sábado 22, segundo día del Triduo, estuvo también presidido por D. Juan José Herrera. En esta jornada, la cofradía vivió momentos especialmente emotivos. A la celebración asistieron miembros de la junta de gobierno de la Cofradía, presidentes y miembros de las juntas de gobierno del resto de cofradías de Barbastro y cofrades en general. También estuvieron presentes miembros de la cofradía del Santo Sepulcro de Monzón, con la que nos une estrechos lazos de hermandad desde hace unos años. Durante la Eucaristía se realizó la bendición e imposición de medallas a 11 nuevos cofrades, que pasaron a formar parte oficial de la hermandad bajo la mirada de la Virgen de la Soledad. Además, se rindió un emotivo y merecido homenaje a D. José Antonio Lacoma Villacampa por sus 50 años de entrega como cofrade. Además, la sección de instrumentos se sumó al tributo interpretando varios toques en su honor, gesto muy emotivo y de gran agrado para todos los asistentes.
Durante la celebración también se recordó de manera muy especial y con gran emoción al que fuera párroco de San Francisco y consiliario de la Cofradía Wieslaw Dziadosz "José", fallecido justo hace 4 años.
Al finalizar los actos del segundo día, se celebró un "Compartir" en el que cofrades y fieles se reunieron para convivir y comentar la jornada en un ambiente fraterno y distendido, reforzando los lazos de hermandad.
El domingo 23 de marzo se celebró el tercer y último día del Triduo, dedicado a la memoria de los cofrades difuntos. La Eucaristía, oficiada por D. Jaime Alberto Cruz, congregó a numerosos fieles y miembros de la cofradía. En un ambiente de recogimiento y emotividad, se elevaron oraciones en recuerdo de quienes ya no están, cerrando el Triduo con un profundo sentimiento de comunidad y esperanza.
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